
05 Nov Infidelidades virtuales y nulidad matrimonial
Hoy en día los teléfonos inteligentes, capaces de hacer prácticamente todo, nos mantienen con la mirada fija en ellos y se hace muy difícil que los demás sepan si estamos trabajando, haciendo la compra, chateando con alguien o simplemente teniendo tiempo de ocio. En la actualidad los teléfonos despistan a las personas pues no permiten distinguir si estamos: trabajando, chateando o simplemente teniendo tiempo de ocio.
Así las cosas, hoy es muy fácil empezar a desarrollar lazos estrechos con personas que no vemos todo el tiempo y entre estos lazos también se encuentran aquellos que implican una infidelidad.
Todos sabemos lo que es una infidelidad en el plano físico, pero es importante que aprendamos a entender que las infidelidades también existen en el mundo digital, sobre todo ahora que es tan fácil que alguien pueda tener ahí la vida que no tiene en el mundo real.
Existen muchos medios a través de los cuales se dan estas infidelidades virtuales, redes sociales -empezando normalmente con un “me gusta”-, pláticas interminables por WhatsApp, o simplemente mediante aplicaciones de citas -en las que hay muchísima gente que tiene pareja-.
Este tipo de acciones las explica bien Manuel Jabois en su artículo para El País, “Hay más cuernos en un buenas noches”; pero dejando a un lado el debate moral y centrándonos en el jurídico, lo que debemos tomar en cuenta primero es que para que se configure la infidelidad, ésta no debe implicar precisamente un encuentro físico o sexual, sino que implica simplemente la intención de estar -en cualquiera de los planos de la persona-, con una persona distinta a nuestra pareja
Como hemos comentado en otros momentos, el matrimonio implica una donación auténtica y radical hacia la otra persona y nadie puede por lo tanto entregarse auténticamente a “persona x”, cuando reserva una parte de sí para alguien más, es decir, “persona z”.
La razón de esto es muy sencilla, si una persona tiene la expectación de ver y compartir su día a día, lo bueno y lo malo, con alguien más que no es la persona que tiene al lado, es porque con la persona que tiene al lado no está siendo en su totalidad y el matrimonio implica ser en la unión -de dos personas en una caro-.
Este tipo de situaciones se dan en muchas relaciones, pero desgraciadamente, conlleven una causal de nulidad matrimonial, debe estar presente desde antes de la boda -noviazgo-, ya sea con una persona determinada o bien como un patrón de conducta frecuente en cualquiera de los novio. [2]
Si estás pasando, o pasaste por una situación así y no sabes si tu caso puede implicar una nulidad matrimonial canónica, ¡contáctanos! Podemos ayudarte.