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Hasta pronto padre…

El pasado 7 de febrero, falleció quien por muchos años fuera Vicario Judicial del Tribunal Eclesiástico Interdiocesano de México, el padre Pacheco, como solíamos llamarle.

Tuve la suerte de conocerlo en 2006, año en que me incorporé al despacho del Dr. Alcocer como pasante.

Desde que conocí a don Alberto, obtuvo mi admiración y respeto. Un hombre sumamente preparado, conocedor del derecho civil y el canónico. Un hombre serio pero que cuando sonreía contagiaba de buen humor. Un hombre que a pesar de mi edad, confió en mí, en mis estudios y en mi formación, permitiéndome así incorporarme al elenco de Abogados y Procuradores Eclesiásticos autorizados para litigar causas de nulidad matrimonial. Un hombre sumamente justo que siempre predicó el amor a Dios con el ejemplo.

Hoy nos deja un vació enorme, sin embargo, estoy convencida de que la mejor manera de honrar su recuerdo, es poner siempre el mejor empeño en nuestro trabajo como profesionales del derecho matrimonial canónico.

Muchas gracias padre Alberto, por todas sus enseñanzas, por el voto de confianza y por dejar en nosotros una huella tan inspiradora. Lo vamos a extrañar muchísimo.

Para saber más acerca de él: http://www.opusdei.org.mx/art.php?p=57037