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Mi espos@ es gay…

Sin entrar en el debate moral contemporáneo de los tipos de uniones que existen hoy en día, sabemos que para la Iglesia Católica el matrimonio es: “un consorcio para toda la vida entre varón y mujer”, que requiere una completa donación y aceptación de los cónyuges entre sí.

En esta línea, la orientación sexual de las personas que conforman dicha relación debe ser heterosexual pues de lo contrario, uno de los dos, rechazaría desde su esencia y en su sexualidad al otro, lo que es totalmente incompatible con la misma definición de matrimonio (aceptación y donación).

Así las cosas, si una persona heterosexual se casa con alguien gay, o bien; un varón y una mujer, ambos homosexuales, se casan entre sí, el matrimonio es nulo, independientemente de si estuvieron de acuerdo o no, pues la entrega que se debe dar en los esposos a través del acto sexual abarca tanto la dimensión corporal (física), como espiritual (alma) y, de no ser así, no es una verdadera entrega-unión y por lo mismo, no puede ser matrimonio.

Un punto esencial para comprender lo anterior, es saber que, aunque el acto sexual se puede dar entre un varón y una mujer independientemente de la orientación sexual de cada uno, es la parte espiritual (alma) en la que la Iglesia se basa para contemplar la homosexualidad como una causal de nulidad de matrimonio, pues es en el deseo, en la psique y en la dimensión de la entrega en donde radica la verdadera unión y, por decirlo de una manera coloquial: nadie puede entregarse auténtica e irrestrictamente a alguien que no desea. Una mujer que desea en realidad a otra mujer no puede entregarse auténticamente a un varón, así como un varón que desea en realidad a otro varón, no puede tampoco entregarse auténticamente a una mujer.

Entonces, dejando claro que la heterosexualidad en el matrimonio canónico es indispensable para que la unión pueda ser válida, la causal de nulidad puede agravarse o sumar alguna otra causal si la homosexualidad de uno le fue ocultada al otro. Para ello habrá que ver en qué contexto se ocultó la información, pues no es lo mismo sentir dudas acerca de la propia heterosexualidad y con el tiempo descubrir la homosexualidad -lo que nos arrojaría alguna causal de tipo psicológico por inmadurez, por ejemplo-, que haber ocultado la homosexualidad de manera deliberada con el fin de conseguir el matrimonio por tener algún interés paralelo –lo que nos arrojaría la causal de dolo-. 

Si esta es tu historia y deseas explorar la posibilidad de iniciar un juicio de nulidad matrimonial, contáctanos, podemos ayudarte.