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No quisimos tener hijos

Existe la creencia popular de que “el matrimonio es para tener hijos” y por la tanto, “si en un matrimonio hubo hijos, no puede declararse nulo”.

Esta expresión no debe ser tomada con literalidad pues nada más alejado de la realidad. Si así fuera también estaríamos diciendo que un matrimonio que no tuvo hijos, es por definición nulo y eso es completamente falso.

La Iglesia establece que la procreación es uno de los fines esenciales del matrimonio, es decir, aquello con lo que se espera que un matrimonio cumpla; sin embargo, esta “obligación de los hijos”, no consiste propiamente en que los hijos existan.

Me explico: lo que la Iglesia pide como tal, es que cuando un hombre y una mujer se casen estén abiertos a la vida y no pongan todos los medios a su alcance para impedir embarazarse, no que forzosamente deban de procrear para poder tener un matrimonio válido.

Las parejas pueden, o no, convertirse en padres pero la causal de nulidad por exclusión de la prole, sólo existirá cuando sean los esposos -ambos o solo uno-, los que cierta, abierta y tajantemente quieran nunca convertirse en padres y para lograrlo hagan todo lo humanamente posible.

Por lo tanto, mientras los esposos no estén negados a ser papás, que exista o no fecundación que dé paso a una nueva vida, es completamente irrelevante. La esterilidad no es una causal de nulidad de matrimonio (a menos que ésta se haya ocultado deliberadamente a la otra persona).

Así las cosas, si queremos una sentencia de nulidad afirmativa por esta razón, tendremos que probar que en efecto la paternidad nunca estuvo dentro de las intenciones de la pareja sin que pueda confundirse la ausencia de hijos con la desfortuna de no haberlos podido tener.

Si te casaste por la Iglesia y, o tú o tu pareja, o los dos, nunca quisieron tener hijos, lo más probable es que tú matrimonio sea nulo. Acércate a platicar con nosotros. Estamos seguros de que te podemos ayudar.