20 Jul Tenía dudas de casarme y aún así, me casé
Es normal que antes de una boda los novios se sientan nerviosos por el paso que están a punto de dar, sin embargo, una cosa son nervios y expectativas de que todo salga bien y otra muy diferente es que tengan dudas específicas porque les preocupa su vida después de la boda.
Se supone que el noviazgo es un tiempo de conocimiento, durante el cual los novios aprovechan para platicar de temas superficiales y profundos con el fin de saber si en realidad quieren compartir el resto de su vida con el otro, pero en muchas ocasiones esas pláticas no se tienen y la prisa con que deciden comprometerse hacen que los novios lleguen con un profundo miedo al altar porque literalmente, no saben lo que les espera.
Ahora, también se da el caso de que, aunque se hayan tenido muchas pláticas, las conductas de la pareja dicen todo lo contrario a lo que prometen, por lo que se sabe que habiendo contraído el matrimonio las cosas van a ser muy difíciles, lo que genera nervios, ansiedad e incluso depresión; no por nada a veces la gente prefiere llegar a la iglesia bajo los efectos del alcohol o de alguna fuerte dosis de ansiolítico, pues de lo contrario no se atreverían a “dar el paso”. Todo esto lleva a un matrimonio nulo.
Veamos: dar el “sí acepto” bajo los efectos de cualquier sustancia que altere los sentidos y la consciencia invalida el matrimonio, pero, enfocándonos en lo que queremos explicar en estos párrafos: es muy raro que la intuición se equivoque.
Hay veces que la relación “no jala” y si es así, nunca se debe esperar que las cosas se solucionen con el matrimonio porque el matrimonio no es un remedio, sino que al ser una decisión de todos los días, incluso complica las cosas.
Muchas veces conscientemente ignoramos nuestro subconsciente, aunque nos diga que casarnos con esa persona no es una buena decisión. Si tú estas teniendo dudas serias poco antes, o incluso el día de tu boda, que sean lo suficientemente fuertes como para sentir pánico de que el momento llegue, no debes casarte.
Ahora bien, si así te sentiste en el pasado pero te casaste, por pena de cancelar todo en el último minuto, por presión de tus papás, o incluso por miedo a tu pareja, tu matrimonio puede ser nulo.